La devastadora gota fría que ha arrasado el sureste peninsular y ha causado seis muertos remite, pero sigue causando estragos, inundaciones y la emergencia continúa porque el río Segura, al sur de la Comunidad Valenciana, aún está en niveles muy altos y puede provocar nuevas riadas y destrozos. Además, Arganda del Rey, localidad al sureste de Madrid que ya sufrió inundaciones importantes a finales del mes de agosto, revivió ayer el desastre con el agua cayendo en cascada sobre las vías del metro y corriendo en forma de ríos por sus calles, arrastrando todo lo que pillaba a su paso. Asimismo, la Guardia Civil buscaba anoche a un hombre, de origen holandés, que según un testigo se cayó a una acequia y fue llevado por la corriente.

El rey Felipe VI habló ayer con los presidentes autonómicos de Andalucía, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y Murcia para interesarse por la situación. Asimismo, la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, se trasladó a la zona cero, donde se declaró «absolutamente sobrecogida» tras comprobar los «dantescos efectos» de la llamada Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), como denominan los meteorólogos a la gota fría. Además, el Ministerio de Defensa ha aumentado, de hecho, el dispositivo desplegado en la zona afectada, que suma ya 1.400 efectivos ya que aún queda mucho por hacer para restablecer la normalidad y el riesgo persiste. Y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que visitó el sábado Alicante y Murcia, se desplazará hoy a Andalucía y Castilla-La Mancha para observar en directo el alcance de las inundaciones.

CÁMPINGS EVACUADOS / A su vez, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que ha pedido un Plan Marshall para la comarca de la Vega Baja del Segura, con el fin de solucionar los problemas económicos y sociales que ha dejado una de las gotas frías más intensas de los últimos años, advirtió a la población del sur de la región de que extreme la prudencia porque el río Segura continúa en niveles «muy altos».

Durante la madrugada del sábado fueron evacuadas 1.500 personas de un cámping del término municipal de Crevillent, y otras tantas de un cámping en Guardamar, ambos en Alicante. A estos incidentes se suma una nueva rotura en la mota del río en Alomoradí, que obligó a evacuar la pedanía de Heredades. Aun así, la situación mejoró y la luz volvió a este municipio alicantino, además de restablecerse la telefonía en la localidad de Dolores. Para contabilizar los destrozos, el Gobierno valenciano desplazará 130 técnicos a las zonas afectadas, con el fin de que evalúen los daños.

UNA UVI ARRASTRADA / En Madrid, lo peor se lo llevó el sureste de la región, donde se tuvo que cortar la línea 9 de metro y la autovía A-3 en varios puntos por desprendimientos y bolsas de agua. Arganda, al igual que a finales de agosto, sufrió un diluvio y debido a que se encuentra en un barranco, sus calles se volvieron a transformar en ríos que inundaron viviendas, comercios y garajes, a la vez que arrastraron coches y mobiliario urbano. Una de las imágenes más insólitas de la jornada la dejó una UVI móvil que fue arrastrada una decena de metros.

En Murcia, el Ayuntamiento de Cartagena cerró los accesos a las playas de La Manga debido a la llegada de atunes muertos por el temporal procedentes de una granja situada frente a la costa. Afortunadamente, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no tiene activado para hoy ningún aviso. Las lluvias se concentrarán en el centro y la mitad norte, con probabilidad de tormentas, pero más suaves.