NACIO 1960 EN NEW HAVEN (EEUU) FORMACION BIOQUIMICO Y BIOLOGO, ES INVESTIGADOR DEL INSTITUTO MEDICO HOWARD HUGHES EN LA UNIVERSIDAD DE MASSACHUSETTS (EEUU)

TRAYECTORIA EN 1988 DESCUBRIO EL ARN DE INTERFERENCIA Y EN EL 2006 RECIBIO EL NOBEL

Apagar y encender los genes. Si se supiera cómo hacer tal cosa, se podrían tratar las enfermedades causadas por el mal funcionamiento de un gen o producir plantas más resistentes. En 1998, los biólogos estadounidenses Craig Mello y Andrew Fire descubrieron el ARN de interferencia (ARNi), una molécula capaz de silenciar los genes mediante un proceso hasta entonces desconocido. Mello participó en el congreso NEO´07, la bienal multidisciplinar de neurociencia, que se celebró en Barcelona los días 13 y 14 de septiembre.

--¿Modificaremos nuestro cuerpo solo activando o desactivando los genes adecuados con el ARNi?

--Una empresa norteamericana quiere utilizarlo para eliminar el pelo de la piel, pero esta es solo una anécdota. Hay también estudios para actuar sobre los genes del algodón y convertir su semilla en comestible. Sin embargo, la investigación se centra sobre todo en aplicaciones médicas.

--¿En qué consiste la técnica?

--El genoma es como un piano de decenas de miles de teclas que suena solo, sin necesidad de músico. Cada tecla es un gen y su expresión contribuye a la música, que es el funcionamiento normal del organismo. Si una tecla se aprieta cuando no toca, se produce una disonancia, es decir, una enfermedad. Gracias al ARNi podemos poner las manos sobre el teclado y bloquear o apretar la tecla que funciona mal.

--¿Se pueden curar ya enfermedades con este sistema?

--Cuando uno gana un Nobel de Medicina, recibe miles de correos electrónicos de pacientes haciendo esa misma pregunta. Yo tuve que cambiar de dirección. Desafortunadamente, de momento las aplicaciones solo son potenciales. No obstante, en la Universidad de Massachusetts (EEUU) abriremos un centro orientado a desarrollar terapias. Se están haciendo pruebas para tratar la degeneración macular del ojo asociada a la edad o el virus respiratorio sincitial. Además, hay muchos resultados con ratones: se ha conseguido eliminar un cáncer de cerebro.

--Y esto, ¿cómo se consigue?

--El RNAi crea una interferencia en el sistema de comunicación de la célula. Cada gen contiene información sobre el funcionamiento del organismo. Esta información se transmite por medio de una molécula llamada ARN mensajero. Inyectando en la célula otro tipo de ARN se puede matar al mensajero. Esto se consigue fabricando un ARN de interferencia complementario al mensajero. De esta manera, se silencia ese gen.

--¿De esa manera se acalla ese gen para siempre?

--En los experimentos con gusanos, se observa que el efecto se propaga por todas las células del animal y se mantiene a lo largo de las generaciones.

--Pero un gusano es muy distinto de un ser humano.

--Menos de lo que creemos. Los humanos siempre hemos subestimado los demás seres vivos. Cuando les explicaba a mis vecinos que trabajaba con gusanos, no me hacían mucho caso. Después del Nobel, ya se los toman más en serio. Los gusanos nemátodos que utilizamos en los experimentos no son más grandes que una coma. Sin embargo, tienen una enorme complejidad. Hasta cinco premios Nobel se han ganado por experimentos con nemátodos. De hecho, el RNAi se produce espontáneamente de la misma manera en los gusanos que en el resto de seres vivos, humanos incluidos.

--Entonces, ¿su técnica reproduce un proceso natural?

--Exactamente. En los últimos años se ha descubierto que las células están llenas de pequeños ARN. Su origen está por entender, pero su función es la misma que la del ARN que se inyecta en el laboratorio. La célula los utiliza para autorregular la expresión de sus genes. Se encuentran en los organismos más diversos: hongos, plantas, animales... Esto quiere decir que debían existir ya en el progenitor común de los seres vivos. El RNAi tiene más de 1.000 millones de años. ¡Es más antiguo que los continentes!

--¿Y qué falta para utilizar ese proceso en favor de los humanos?

--Un buen mecanismo para introducir el RNAi en el organismo. La inyección directa no funciona siempre. Posiblemente, se podría transportar mediante nanopartículas.

--Parece optimista al respecto.

--Sí, lo soy. Hoy estamos comprendiendo las enfermedades a nivel genético. Esto abre posibilidades increíbles. Pero la ciencia se debe complementar con la política. Por esta razón me preocupa la actitud anticientífica del Gobierno norteamericano, que se manifiesta en su apoyo al creacionismo.