Luenga, medianera o recortada; cabruna, apuntada o cerrada, la barba está de moda. Sale hasta en los anuncios de El Corte Inglés, que ya es decir. La barba mola y encima, vende. Haga la prueba. Mire la tele, abra una revista. Y no, no va por Rubalcaba, Rajoy o Papá Noel. Luce barba desde el señor del Tesoro Público hasta el nuevo chico Martini, Yuri Buzzi.

Cojamos una publicación dirigida al público masculino como DT. Dedicó recientemente su portada al portero del Barça, Víctor Valdés, y a su señora, juntos y mojados. El luce en la sesión un afeitado de lija, craneal y facial, con el pelo rabioso. Pasamos página y ahí está Leonardo DiCaprio con un Tag Heuer en la mano y una perilla que va a más. Lucen barba el chico que anuncia North Sails. El modelo melenudo de Tommy Hilfiger. Nuestro Jon Kortajarena porque-no-todo-es-melena. El modelo que anuncia la colección de gafas de Ermenegildo Zegna. Y el de Carrera, el de Police y el de Ray-Ban, hasta en eso hay acuerdo.

Más barbas, la recortada de Ryan Reynols, el actor de Buried, para Boss Bottled. Pasas la página y se ve otra producción de moda, con un tipo como Jesucristo con las barbas literalmente en remojo (el tipo posa dentro de un río). Luce pelambrera y mirada turbadora para el anuncio de Desigual el maduro Tony Ward, elegido modelo del año por Marie Claire. El machito Sebastián Palomo Danko para Sebago. Y hasta el actor de la última página, ese Luis Tosar que causa estragos entre el colectivo de osos (gays peludos, para más señas). Vaya que lampiño en ese DT solo queda el del anuncio de Calvin Klein, quizá porque al señor Klein le gustan imberbes.

Los olfateadores de tendencias se quedaron muertos cuando Jean Paul Gaultier, en la puesta de largo de su colección otoño-invierno, tuvo el acierto de abrir y cerrar el desfile con un señor alto y barbudo vestido como un James Bond futurista. Y lo que más destaca de este hombre a primera vista, Benjamín Dukham se llama, son sus 15 centímetros de barba. Dukham es francés, tiene 31 años y antes que modelo es bailarín y actor. En Neo, otra revista de tendencias, Dukham se explayaba: "Desfilar para Gaultier fue una egoexperiencia. Además, seré imagen de su primera colección de alta costura masculina. Me dejé la barba en Berlín. Trato de convencer a los hombres para que se dejen crecer la barba. Sueño con una sociedad como la del siglo XIX, con esas barbas aristocráticas que tanto me gustan".

El diseñador madrileño Carlos Díez, un hombre a una barba pegado, está de acuerdo. "La barba