La sonada denuncia que los Carmelitas Descalzos presentaron el martes pasado contra un fraile de la orden por un supuesto caso de pederastia puede quedar en mero gesto honroso. Esto es, no tener desarrollo judicial ni por ende suponer castigo penal para el presunto agresor. El fiscal jefe de la Audiencia de Castellón, Javier Carceller, informó ayer de que no podrá iniciar una investigación si la víctima no formula personalmente una denuncia. El joven tenía 17 años y era monaguillo cuando sufrió los abusos en Burriana. Ahora ya cuenta 19. Al ser mayor de edad y constituir la pederastia un delito contra la libertad sexual, aclaró Carceller, la fiscalía requiere de la voluntad de la víctima para actuar.

"Es un argumento correcto --dijo José Luis Vera, abogado de los Carmelitas Descalzos-- La fiscalía no puede actuar de oficio en esta ocasión". Vera añadió que sabía que haría falta la participación del muchacho vejado para que hubiera caso y puntualizó que de hecho la orden no entregó una denuncia sino "una puesta en conocimiento" de unos hechos. La fiscalía tiene ahora "la obligación", según Vera, de contactar con la supuesta víctima, exiliada en Perú por consejo de la familia, y pedirle que ratifique el escrito. Si lo niega o cambia sustancialmente, el fiscal tiene dos opciones: cerrar el procedimiento o continuarlo de oficio.