Tras poner en libertad la noche del jueves a los dos adolescentes, de 14 y 18 años de edad, detenidos el jueves en relación con la muerte a tiros de un niño de 11 años en Liverpool (norte de Inglaterra), la policía detuvo ayer a otro joven, de 16 años, como presunto autor del crimen cometido la noche miércoles en el que Rhys Jones, de 11 años, recibió un balazo en el cuellos cuando jugaba a fútbol en el párking de un pub.

Pese a esta detención, la ayudante del comisario de la Policía del condado de Merseyside, Patricia Gallan, insistió en pedir colaboración a la ciudadanía para poder "coger al culpable".

Según la agente, los investigadores del caso han recibido varias llamadas aportando nuevas pistas, "pero no las suficientes" para encontrar al asesino del menor.

En lo que llevamos de año, una quincena de adolescentes menores de edad han muerto en el Reino Unido por disparos de armas ligeras. La alarma social sobre la violencia juvenil se ha disparado en el país tras los últimos acontecimientos que se han producido en el país.