Doce mil españoles son diagnosticados cada año de cáncer de vejiga y más de 40.000 sobreviven con este tumor que también alcanza a personajes famosos como Joan Manuel Serrat. Por desgracia, España ocupa el primer lugar europeo en incidencia y el segundo en mortalidad, según los últimos datos del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.

Los presidentes de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Antonio Antón, y de la Asociación Española de Urología (AEU), Oscar Leiva, tienen clara la causa: España está a la cabeza del consumo de tabaco, que desencadena más de la mitad de estos cánceres.

"Además, también se bebe demasiado. La mezcla tabaco más alcohol supone en este caso una combinación fatal", explica Leiva. El especialista, que apunta también otros factores como el trabajo con colorantes y la vida en zonas industriales y ciudades, asegura que este tipo de tumor era desconocido hace 20 años en la mujer y se ha disparado entre el sexo femenino como consecuencia de su incorporación al hábito del tabaco y la bebida. Así, de sólo 40 muertes entre mujeres por esta causa en 1980 se ha pasado a 820 en el

2003. No obstante, el tumor vesical afecta a tres hombres por cada mujer.

SUPERVIVENCIA ALTA Con todo, estos cánceres presentan tasas de supervivencia muy elevadas. Según la SEOM, 80 de cada 100 tumores de este tipo son superficiales y de baja malignidad. "La mayor parte se localizan en la capa más superficial, son benignos y se pueden diagnosticar pronto, ya que el paciente tiene síntomas claros como la presencia de sangre en la orina", explica Leiva, jefe del servicio de Urología del Hospital Doce de Octubre de Madrid.

En esta fase inicial, la zona afectada se trata mediante una resección sencilla a través de la uretra y se controla con fármacos anticancerígenos e inmunoterapia.

El problema principal es que suele repetir, sobre todo los 24 primeros meses. Las recaídas suelen ser tan frecuentes que los afectados necesitan controles periódicos durante su vida.

Sin embargo, el problema es más complicado en el otro 20% de estos cánceres, denominados "infiltrantes", cuando el tumor ha invadido la pared de la vejiga. "Entonces, la única solución es la extirpación del órgano y la supervivencia a cinco años no supera el 50%", precisa Leiva.