Su lucha contra el terror, con la palabra y su presencia en la calle, le puso en el punto de mira de ETA. Pero Fernando Savater no pierde la sonrisa. Extrovertido y cercano, ayer inauguró en Cáceres el I Congreso Extremeño Desde el Ocio Hacia la Educación en Valores, organizado por la asociación Valorarte, que hoy concluye. El filósofo aprovechará el fin de semana para perderse por los senderos cacereños con su mujer y sin escoltas.

--Ha hablado de educar en valores a los ciudadanos. Parece lo que tiene difícil donde vive...

--Para una democracia es imprescindible que haya ciudadanos educados. El ciudadano no es un producto espontáneo como los geranios. Es una obra de arte social. Su primera función es crear ciudadanos capaces de utilizarla, de aprovechar bien sus garantías y de tener una disposición participativa y crítica.

--¿Le cansa que le pregunten por el País Vasco?

--A mi me preocupa que se tome como un asunto que nos concierne a unos cuantos. El problema es de todos y que todos, de alguna manera, podemos contribuir a arreglar o estropear.

--¿Usted con qué sueña?

--Prefiero tener ideales, de libertad, de justicia o de acabar con la ignorancia y la miseria. Son ideales racionales, no meras quimeras de la voluntad.

--Delante de los terroristas, ¿Se puede hablar de valores?

--Sería imprudente si te están persiguiendo. Los terroristas suscitan la necesidad de los valores. Cuando vemos a personas que conculcan o violan los valores, es cuando nos damos cuenta de lo importantes que son. Son los malos los que nos indican la importancia de los valores buenos.

--¿Su valor por la vida ha cambiado por estar amenazado?

--Siempre he tenido bastante aprecio por la vida (ríe). Con los años basta para que tengas mucho aprecio por el presente.

--¿Qué otros valores cotidianos no conocemos de su vida?

--Disfruto de todo como un niño, con una película, con una novela policíaca o viendo carreras de caballos por internet. A mí si me dejas solo, lo paso muy bien.

--¿A quién votará?

--Desde luego, no pienso votar a los socialistas. Tengo muy claro a quién no voy a votar y, como no he votado nunca a la derecha, me temo que votaré en blanco. Creo necesario castigar al Gobierno por sus torpezas en el terreno antiterrorista.

--¿Qué siente cuando ve paseando a De Juana?

--Nunca he disfrutado con los sufrimientos de nadie. Si pasea, mejor que haya sido eso que verle agonizando. Lo que me preocupa es lo que indica con respecto al Estado de Derecho. Si estuviera por un acto de humanidad, pero como no lo es, es una cesión, una forma de debilidad, un chantaje... Que él pasee por la calle significa que muchos no vamos a poder pasear.

--¿Se arrepiente de algo en su lucha por la libertad?

--He tenido la suerte de recibir mucho de la sociedad. Uno no puede estar recibiendo y no dar.