Ceuta. Nawal Amar y Nahid Mohamed, las dos niñas ceutís de 12 y 13 años que el lunes y el martes no asistieron a clase ante la negativa del colegio concertado Severo Ochoa de que acudieran con el pañuelo musulmán, volvieron ayer ataviadas con el hiyab. El centro impuso el uniforme y prohibió usar complementos como gorras, piercings, viseras y pañuelos.