La Fundación BBVA ha otorgado esta semana su prestigioso premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático al catedrático estadounidense de Ciencias Atmosféricas del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) Kerry Andrew Emanuel, por desarrollar un modelo que permitió detectar y predecir el aumento en la intensidad de los huracanes debido al cambio climático.

El jurado, que estuvo presidido por el director del Instituto Max Planck de Meteorología de Hamburgo (Alemania), Bjorn Stevens, ha destacado sus «contribuciones fundamentales» para poder comprender la física de la formación de los ciclones tropicales y cómo impacta la crisis climática en la capacidad destructiva de estos fenómenos extremos.

El jurado de esta XII edición de los premios, que decidió entre más de 70 candidaturas, resaltó en su acta que las teorías de Emanuel predicen la intensificación de los huracanes y tifones con el calentamiento global», explicando que «su investigación ha abierto nuevas vías para estimar el riesgo asociado a fenómenos climáticos extremos».

Los modelos de este catedrático de Ciencias Atmosféricas predicen que los huracanes se expandirán por el planeta y concretan que, en el caso del Mediterráneo, «conforme se caliente, se puede esperar una mayor incidencia» de este tipo de sucesos meteorológicos.

«El cambio climático es un riesgo», alertó Emanuel vía videoconferencia en directo desde Estados Unidos al agradecer el galardón, puesto que «los huracanes evolucionarán y se volverán más intensos más rápidamente y su frecuencia destructiva aumentará considerablemente».

PODER DESTRUCTIVO / Precisó también que «el poder destructivo de un huracán está determinado por la velocidad del viento», que en la actualidad alcanza los 85 metros por segundo en los huracanes más intensos, si bien para finales de siglo «podría aumentar hasta los 92 metros por segundo».

«Si no actuamos para reducir la cantidad de gases de efecto invernadero que envíamos a la atmósfera, nos enfrentamos a fenómenos extremos que serán hasta un 50% más destructivos» a finales del siglo XXI según este especialista en Ciencias Atmosféricas, que señaló igualmente que serán «especialmente devastadores» sobre todo en las las zonas costeras de gran parte del mundo.