Las empresas españolas emitieron el pasado año alrededor de 186 millones de toneladas de CO2, un 3,7 por ciento más que en 2006, lo que las sitúa entre las que más aumentaron sus emisiones en la UE, según datos de la Comisión Europea. Las instalaciones industriales del conjunto de la Unión incrementaron el pasado año sus emisiones de dióxido de carbono un 0,8 por ciento (2.050 millones de toneladas más que en 2006), a pesar de que 15 países emitieron menos CO2 que en los doce meses precedentes.

Dado que cerca de 600 empresas se sumaron al sistema europeo de comercio de emisiones el pasado año, el crecimiento real de las emisiones fue del 0,68 por ciento, precisó la Comisión. España, el Reino Unido y Alemania figuran entre los estados donde el aumento de las emisiones de las empresas fue más pronunciado, frente a los países nórdicos (especialmente, Dinamarca y Suecia), que registraron la tendencia contraria. Además, 108 empresas se adscribieron en España al régimen europeo de comercio de emisiones en 2007, lo que eleva a 1.052 el número de sociedades que participa en el mismo (11.186 sociedades en toda la UE).

La portavoz de Medio Ambiente de la CE, Barbara Helfferich, precisó en una rueda de prensa que a pesar del ligero aumento registrado en el conjunto de los Veintisiete, si se tiene en cuenta que el pasado año la economía de la UE creció un 2,8 por ciento, en términos netos se produjo una reducción de las emisiones. No obstante, los datos revelan que "hace falta fijar límites más estrictos para el periodo 2008-2012", según un comunicado de la Comisión.

Preguntada por la situación de países como España o el Reino Unido, que contaminan más que otros, la portavoz reconoció que hay estados miembros que tienen "peores resultados" en cuanto a los objetivos fijados en el Protocolo de Kioto y explicó que la Comisión les presiona para que hagan mayores esfuerzos. También explicó que los Planes Naciones de Asignación que esos países pretenden cumplir entre 2008 y 2012 contienen compromisos mucho más estrictos que hasta ahora.

El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, indicó en un comunicado que distintos estudios demuestran que los niveles de emisiones hubieran sido mucho más altos de no existir el sistema europeo de comercio de emisiones. "No obstante, el pequeño aumento demuestra la necesidad de endurecer los límites de emisión establecidos para el segundo periodo del comercio de emisiones, que comenzó en enero. Ello ayudará a Europa a combatir el cambio climático de manera efectiva y a lograr los objetivos de Kioto", dijo Dimas.