La marea es así. Nunca se sabe qué va a arrastrar hasta la costa. En ocasiones, conduce a náufragos o deposita en la playa cientos de patitos de goma. Pero otras veces deja cargamentos más inquietantes. Ese es el caso de lo ocurrido estas últimas semanas en la costa del País Vasco, a donde la marea ha arrastrado media docena de fardos repletos de cocaína. Una vez sumado, el contenido de las pacas superaba los 180 kilogramos de droga: todo un señor alijo.

Fue el pasado 6 de marzo cuando un paseante avisó a la Ertzaintza de que un fardo había sido arrastrado por la marea hasta la playa de Zarauz (Guipúzcoa). En las horas que siguieron, la policía autónoma vasca recibió más llamadas de aviso de paseantes: otros tres fardos habían aparecido en las playas de Zumaia, Guetaria y Mutriku.

Cuando los abrieron descubrieron que el contenido era cocaína. En total, 130 kilos. Un mes mas tarde, a principios de abril, el mar depósito otros 50 kilos en la costa vizcaína. Un fardo quedó atrapado entre las rocas del litoral de la localidad de Mendexa y fue localizado por el equipo que se encargaba de limpiar la cala, mientras que otros paquetes llegaron a Bakio.

"Es la primera vez que vemos llegar a la costa paquetes de droga", indican fuentes de la Ertzaintza, que explicaron a este diario que la cocaína venía en tabletas perfectamente forradas e impermeabilizadas dentro de fardos de plástico con el logotipo de una marca venezolana de comida para perros. Además, junto a esos paquetes, a la costa llegaron tres boyas equipadas con localizadores GPS.

A pesar de lo anecdótico de su hallazgo, la Ertzaintza se ha tomado muy en serio la aparición de esa droga en la costa y mantiene abierta una investigación. La llegada de las boyas con GPS lleva a los investigadores a creer que "esa droga formaba parte de un alijo que había sido fondeado en el mar". Primero, un barco nodriza trae la droga, que se mete en una bolsa y se hunden en el mar. Los narcotraficantes marcan el sitio con una boyas y así luego ellos u otros miembros de la red las van a buscar.

EL TEMPORAL DE MARZO Los agentes creen que el temporal que azotó la costa vasca en marzo hizo que la red donde se las había colocado se rompiera, liberando así las sacas que, posteriormente, fueron arrastradas por la corriente hasta la costa. La Ertzaintza y la Guardia Civil han rastreado parte del litoral vasco. Fuentes de la policía vasca explicaron que la droga podían haber llegado desde Asturias e, incluso, desde Galicia".

Si se confirmara que la droga ha sido fondeada frente a la costa vasca, eso indicaría que las mafias se desvían de la tradicional ruta gallega de desembarco de coca y se desplazan, ahora, hacia el golfo de Vizcaya.