Los ministros de Sanidad de la UE rechazaron ayer la propuesta de cerrar el tráfico aéreo con México. Francia puso sobre la mesa tan radical medida y la defendió con ahínco. La mayoría de los ministros dijeron no . De ahí a concluir que los responsables de la salud pública de los 27 países de la UE menosprecien la amenaza procedente de Norteamérica hay, en realidad, un abismo.

Es, más bien, la constatación de que el virus H1N1 ha ganado con claridad el partido de ida. Lo explicó muy bien ayer Barack Obama desde Estados Unidos al insistir en por qué descarta cerrar, en su caso, la frontera terrestre con su vecino del sur: "Eso sería como cerrar la puerta del establo una vez que el caballo ha salido".

La nueva enfermedad, que la OMS propone bautizar con el insulso nombre de gripe A, campa ya a sus anchas por el mundo, tal y como las cifras de casos positivos y las de pacientes pendientes de análisis confirman cada hora que pasa.

ENFERMOS DECLARADOS Suiza, Holanda y Perú, por poner tres ejemplos, se sumaron al club de países con enfermos declarados. Los síntomas de la enfermedad fuera de México, es cierto, han sido hasta ahora muy leves, pero esa no es la información que más influyó ayer en las autoridades sanitarias de la UE a la hora de aparcar un cierre de la fronteras aéreas. De la nueva gripe se espera, en el peor de los casos, que afecte al 50% de la población europea y, peor todavía, que mute a formas más agresivas cara al próximo invierno. Algo más o menos así sucedió con la temible gripe española de 1918, que mató a más gente que la primera guerra mundial.

El cierre de rutas aéreas se despreció por contraproducente. En primer lugar, ello no habría conllevado que de México no viajaran a Europa infectados, sino que habría propiciado que entraran en la UE por rutas imprevistas. De vigilar con lupa a los pasajeros de vuelos procedentes de ese país se habría pasado a vigilar con lupa al pasaje de todos los vuelos del mundo.

Un segundo argumento para decir no al plan francés es que, como explicó la comisaria de Sanidad, Androulla Vassiliou, hay por ejemplo un país europeo que tiene en México a más de 5.000 ciudadanos. La UE, en resumen, mantendrá los vuelos y EEUU no sellará su frontera terrestre, pero en México hay ya más que un runrún de miedo al aislamiento internacional. No hay más que comprobar cómo aterrizan (vacíos de pasaje) y cómo despegan (llenos a rebosar) los aviones en el aeropuerto de la capital de México.

EN MANOS DE CADA ESTADO Al final, la UE ni prohibió los vuelos (España y Alemania, con positivos confirmados, se opusieron al plan francés) ni tan siquiera consensuó una recomendación general de no viajar a México. Esa es una decisión que queda en manos de cada Estado. Francia, por ejemplo, parece que no tomará de forma unilateral la decisión de suspender los vuelos.

Tan en manos de cada Estado está la cuestión que no mereció ningún comentario del resto de ministros de Sanidad la propuesta de su colega italiano de recomendar a todo aquel que llegue al país procedente de México a permanecer siete días encerrado en casa sin contacto con sus amigos y familiares.

Italia no contagió con su idea al resto de los países, ni tampoco con su pretensión de que se cree una reserva de antivirales común en la UE. La mayoría de los ministros consideraron que cada Gobierno debe asumir la responsabilidad de disponer de suficientes medicamentos para su población. "No consideramos que esta medida sea necesaria, cada Estado tiene reservas suficientes", señaló la ministra española de Sanidad, Trinidad Jiménez. "Cada país debe ser responsable de tener suficientes medicamentos a su disposición", remachó la ministra del ramo alemana, Ulla Schmidt.

Ambas, por cierto, tuvieron que hacer un aparte para aclarar una polémica suscitada a raíz de unas confusas declaraciones de la ministra germana en las que sostenía que, de seguir así la progresión de casos positivos en Cataluña, mejor sería no ir al próximo Gran Premio de Fórmula 1 en Montmeló, previsto para el próximo 10 de mayo. Jiménez zanjó el episodio dando por hecho que Schmidt no dijo lo que dijo. La receta de la UE ante la inminente pandemia, pues podría resumirse como automedicación. Que cada cual decida qué píldora le conviene. En ese sentido, el Reino Unido fue ayer el primer país de la UE que lanzó una campaña institucional destinada a recordar a sus ciudadanos la forma correcta de estornudar para no propagar virus.

TOQUE DE QUEDA VOLUNTARIO Idénticas campañas se han realizado también en México, aunque algo menos elegantes, pues en caso de no disponer de pañuelo se aconseja usar la manga. Pero en México ya es tarde para que esa medida frene el contagio. El Gobierno, a través de su secretario de Salud, José Angel Córdova, propuso un toque de queda voluntario aprovechando la celebración de la festividad del 1 de mayo. "No hay lugar más seguro para evitar contagiarse del virus de la influenza porciana que tu propia casa", le dijo Córdova a los mexicanos.

España encabeza la clasificación europea de víctimas del virus A/H1N1 (ayer se notificaron tres nuevas, lo que sitúa el total en 13). La titular de Sanidad, Trinidad Jiménez, presentó ayer al Consejo de Ministros un informe en el que se reseñan una serie de medidas que su departamento ha puesto ya en marcha o tiene en preparación.