La situación en Euskadi se agravó ayer tras la llegada de grandes cantidades de fuel a la costa y la amenaza de que 150 toneladas de hidrocarburo, que están a unas 10 millas, acaben llegando al litoral vasco. El fuel está diseminado en una larga franja paralela a tierra. Presenta una forma fragmentada, lo que dificulta su recogida. Todas las playas vizcaínas y algunas de Guipúzcoa amanecieron ayer con restos de fuel.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, declaró que la situación es "preocupante, pero no alarmante", aunque reconoció que existe el riesgo de que los vientos y las mareas empujen otras 3.500 toneladas de fuel al litoral vasco.