Otro aviso sobre los riesgos del Columbia desoído por la NASA ha puesto en evidencia los métodos con que calibró el peligro en la última misión del transbordador. Según admite la NASA, dos días antes del desastre recibió un correo de Robert Daugherty, ingeniero del Centro de Investigación Langley, que alertó de las consecuencias "catastróficas" que podrían tener los daños detectados durante el despegue en el tren de aterrizaje, una de las zonas donde se registraron problemas.

La agencia le había pedido que analizara el riesgo que una rueda deshinchada entrañaba para el regreso a la Tierra, y respondió que se podía producir un aumento de las temperaturas en el tren de aterrizaje que llevaría a una posible explosión.