La Fiscalía de Madrid ha solicitado dos años y medio de cárcel para un exconcursante del programa de televisión Gran Hermano Revolution, por un delito de abusos sexuales, cometido sobre una de sus compañeras, mientras ella se encontraba inconsciente tras una fiesta en la que bebió mucho alcohol.

Aunque aún no hay fecha para la celebración del juicio, el ministerio público reclama que José María López Pérez indemnice con 6.000 euros a la víctima por daños morales, y que la productora del programa, Zeppelin Televisión SAU, pague esa misma cantidad por haberle mostrado a ella las imágenes grabadas la noche anterior sin asistencia psicológica.

El escrito fiscal detalla que Gran Hermano Revolution es un reality emitido por Telecinco, que se desarrolla en una casa de Guadalix de la Sierra (Madrid) en la que conviven los concursantes. Los hechos que se juzgarán se produjeron el 3 de noviembre del 2017, cuando se organizó una fiesta para la que «el programa suministró bebidas alcohólicas».

La concursante C. P. A., con quien el acusado había comenzado una relación 50 días antes, bebió cuatro chupitos de tequila en ayunas y alcanzó un estado de embriaguez. A la una y media de la madrugada, cuando ambos se encontraban en el dormitorio que ocupaban, José María López, «que ya se había desprendido de sus pantalones», se metió en la cama con ella y realizó movimientos de tipo sexual bajo el edredón y luego le quitó algo de ropa. Ella permanecía inconsciente o manifestaba gestos de desaprobación hasta que actuó un miembro del programa.

Las imágenes grabadas fueron exhibidas a la joven a la mañana siguiente, en una sala aislada, denominada confesionario de Gran Hermano, «encontrándose esta sola y sin más compañía que la voz en off del conocido Súper, lo que le provocó mayor estado de desasosiego, trastorno y perturbación de ánimo que los hechos ocurridos horas antes le habían producido».