La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, aseguró ayer en una visita a la Región de Murcia, tras el episodio de peces muertos aparecidos el pasado fin de semana a orillas del Mar Menor, que «no hay soluciones mágicas, pero hay que ser muy serios y rigurosos» para la recuperación de este espacio «emblemático», ya que la zona se encuentra ante «una emergencia ambiental, una prueba evidente de lo que ocurre cuando se mira a otro lado».

Ribera abogó por aplicar «las normas que existen y reflexionar sobre lo que se está haciendo en el territorio para mejorar las oportunidades de recuperación de ese equilibrio», ya que «se está aún a tiempo de salvar la laguna, pero hay que ser responsables y honestos en el análisis».

El presidente de Murcia, Fernando López Miras, «no está en condiciones de exigir», dijo la ministra, quien celebró la «voluntad de trabajo y el codo con codo» que le ofreció el jefe del Ejecutivo regional en su encuentro en Murcia. «Hay un compromiso serio de trabajar conjuntamente y nos ha trasladado su preocupación por la cantidad de temas cruzados», indicó la ministra, que defendió que cada uno asuma la competencia que le corresponde, porque «se trata de sumar y no de sustituir».

Aseguró que el ministerio se pondrá a trabajar «al límite y con total celeridad», pero solicitó que dentro de las competencias del Gobierno regional se planteen debates sociales, económicos, de ordenación del territorio y de cumplimiento de las normas. Y es que, explicó, más allá de las actuaciones puntuales, «se trata de tomarse en serio la aplicación de las normas de protección ambiental, gestión de agua y espacios».

Teresa Ribera insistió en la necesidad de un debate «más profundo y una actuación más estratégica, porque la salud del Mar Menor depende de la parte líquida y también de lo que viene de tierra y queremos acompañar al Gobierno autonómico; hay que fijar una hoja de ruta con esas prioridades».