Bailando y comiendo durante casi dos días. Así es como un grupo de vecinos del pueblo cacereño de Guijo de Coria ha celebrado su primera matanza extremeña popular. Los protagonistas: sesenta amigos que este año -el pasado sábado y domingo- se han puesto manos a la obra para que esta tradición milenaria se convierta año tras año en un macroevento social en este pueblo de 250 vecinos del Valle del Alagón. "Las familias del pueblo siempre han hecho matanzas a nivel individual, pero nunca se había celebrado una con carácter popular", explica Dolores Vicente, propietaria del bar Bigote y una de las promotoras de esta iniciativa. "Queremos que a partir de ahora esta tradición siga con nuestros hijos y nietos y que con el paso de muchos años se acuerden de sus abuelos", añade mientras se ata a la cintura un delantal de color rosa antes de ponerse a cocinar rodeada de sus nietos Jairo y Javier, de 7 y 5 años, respectivamente.

Mientras tanto, su madre, Romana Crespo, apoyada con unos andares fruto de sus 90 años, no duda en acercarse hasta el grupo de hombres dedicados en cuerpo y alma a trocear la carne del cerdo sobre una amplia mesa de madera. "Hemos tenido suerte, hace un dia muy bueno con sol", apunta esta guijeña casi centenaria. En esta ocasión el animal sacrificado ha sido un cochino de 140 kilos de peso. "Lo limpiamos y lo troceamos para luego asarlo", explica Antonio Paniagua, el esposo de Dolores, mientras echa mano de un vaso lleno de aguardiente, a la vez que baila al ritmo del sonido de acordeones, tambores y un saxofón.

Antonio forma parte de este grupo de colegas que ha adquirido el nombre de ´Matanza Los Amigos´ tal y como puede leerse en las camisetas de color rojo que han podido lucir con sombreros gracias a la colaboración de dos empresas de Montehermoso. "Somos un grupo de amigos que este año hemos apostado por esta experiencia que ha tenido mucho éxito", comenta mientras trocea una parte del cerdo bajo la mirada atenta de su madre, Cerapia Ruano. La fiesta fue larga el pasado fin de semana y los que no pudieron ser testigos de esta primera cita, tendrán la oportunidad de asistir a la segunda parte de la fiesta con el cocido que Dolores prepara desde hace cinco años coincidiendo con el Día de Extremadura, una cita ya consolidada y a la que acude todo el pueblo.