Los atracos a bancos están a punto de dejar de ser episodios con hombres armados apuntando a cajeros y clientes. Internet ha abierto una nueva era: ahora, los bancos se roban on line, con ataques informáticos cuyo botín son las numeraciones de las tarjetas de crédito de miles de usuarios, que posteriormente clonan y con las que compran objetos por valor de miles de euros. Así han podido comprobarlo los agentes del Cuerpo Nacional de Policía en Cataluña que, con la detención del tentáculo español de una banda de estafadores dominicanos, han destapado el robo masivo de las claves bancarias de cientos de clientes españoles.

Por ahora, la cifra de personas a las que esta banda ha clonado su tarjeta supera los 300 y eso que los investigadores asumen que estos son solo "la punta del iceberg" de un nuevo tipo de crimen que tiene en España uno de sus escenarios favoritos. Tanto es así que bancos y entidades de Alemania, Polonia y la República Checa llevan meses cambiando las tarjetas de sus clientes que pasaron sus vacaciones en España por temor a que sean víctimas de una de estas estafas.

CARGOS DE MILES DE EUROS La banda desmantelada tenía su núcleo duro en la República Dominicana y una rama en España integrada por los tres detenidos, dos hombres y una mujer. Los perjudicados por esta banda son clientes de bancos extranjeros con sede en España, que han sufrido cargos de 6.000 a 20.000 euros en sus tarjetas de crédito.

Esta estafa es la culminación de un proceso que se inicia con una serie de ataques informáticos a entidades financieras y que permite a uno o varios piratas (hackers ), que aún no han sido identificados, hacerse con los datos bancarios de cientos de usuarios. Esos hackers roban unos datos concretos: buscan el número de la tarjeta de crédito, el nombre y apellidos del titular, la fecha de caducidad y todos los datos que constan en la banda magnética. Aunque roban todos los datos que pueden, sus víctimas predilectas son los titulares de tarjetas del tipo oro y platino.

Los piratas ponen ese botín a la venta en foros on line , donde los adquiere el mejor postor. Ahí los compraba esta banda de dominicanos que con ellos creaba tarjetas nuevas a las que acompañaba con documentos de identidad con el nombre de la víctima y la imagen de uno de los tres miembros en España, que iba a suplantarla.

´QUEMAR´ EL SALDO Estos, cuando recibían las tarjetas de crédito clonadas, pasaban a hacer compras con ellas compulsivamente. "Se trata de quemar la tarjeta: gastar todo el dinero posible mientras aún está caliente , es decir, cuando su titular todavía no se ha dado cuenta de que ha sido copiada y no ha llamado a su banco para que la anulen", explican fuentes de la Policía Nacional.

Eso llevaba a los tres detenidos a comprar como locos, llegando a realizar hasta 14 compras de objetos de lujo con una tarjeta en un día. Compraban joyas, electrodomésticos, ordenadores, cámaras, ropa y bolsos de marca en grandes superficies y boutiques de lujo sobre todo de las comarcas del Vallés Occidental y Oriental, ambas cercanas a la ciudad de Barcelona. En una ocasión llegaron a adquirir un reloj de 20.000 euros. Algunos de esos objetos eran revendidos en España y otros eran enviados a la República Dominicana. Los beneficios que obtenían eran enormes y, en el momento de la detención, se les encontraron 140.000 euros en metálico.

NOCHES LOCAS EN BURDELES A veces, los detenidos llegaron a regalarse noches locas en prostíbulos cuyas facturas, de más de 6.000 euros, eran cargadas en la cuenta de la víctima. Eso sí, los miembros de esta banda desmantelada procuraban pasar lo más desapercibidos posible y vivían en cuartos de alquiler de inmigrantes.