Ayer quedó demostrado que las tareas de desescombro del edificio derrumbado en Palencia a causa de una explosión de gas no se han efectuado con toda la minuciosidad necesaria. Pocas horas después de que los bomberos aseguraran que no había restos humanos entre las ruinas que aún había en la zona del suceso, los equipos de rescate y de la Policía Científica encontraron vestigios de una persona entre los escombros que ya se habían trasladado a las afueras de la ciudad. Los investigadores creen que corresponden a una mujer de 88 años desaparecida que no había sido identificada entre las otras siete víctimas mortales de la explosión. Ahora solo falta por encontrar el cuerpo de un joven rumano de 24 años.

El subdelegado del Gobierno en Palencia, Gabriel Castañeda, anunció ayer que los restos humanos de la anciana fueron localizados por la tarde entre los montones de escombros arrojados en las inmediaciones del antiguo campo de fútbol de la Balasera. Tras comprobar que en el bloque de la calle de Gaspar Arroyo era imposible hallar a las dos víctimas aún desaparecidas, los investigadores decidieron desplazarse a los terrenos donde se habían dejado los restos descartados para asegurarse de que no se hubiera confundido restos humanos con algún trozo de ladrillo o de hormigón, como así ocurrió.

AYUDAS Y FUNERALES

La junta de Castilla y León informó ayer de que pagará el alquiler de las viviendas que sea preciso para las personas que se hayan quedado sin casa y les entregará un cheque de 1.000 euros para que afronten gastos urgentes como la compra de ropa. La portavoz del Gobierno autonómico, María Jesús Ruiz, añadió que se ha aprobado un crédito especial ampliable de un millón de euros para reparar los pisos que pueden ser habitados en breve y celebró la "evolución favorable" de algunos de los afectados aún hospitalizados.