Finalmente, los restos de Juan March, conocido como 'el banquero de Franco', serán exhumados este jueves en Palma de Mallorca por una reclamación de paternidad que interpuso en el 2011 una jubilada valenciana. March, que murió en accidente de tráfico en 1962, está enterrado en el panteón familiar del cementerio de Son Valentí y la exhumación se ha visto retrasada porque hasta ahora no se había encontrado una grúa capaz de levantar la lápida sin dañar la escultura que la preside.

La mujer que ha conseguido remover de su tumba al fundador de la Banca March se llama Ana Gallart, tiene 67 años y reside en Valencia. Madre de tres hijos, sobrevive con una pensión no contributiva. Supo que era adoptada cuando acudió al Registro Civil para tramitar los documentos para su boda. Sin embargo, no fue hasta la muerte de su padre adoptivo cuando decidió investigar sus orígenes familiares.

Fortuna de 3.000 millones

La jubilada descubrió que nació en Palma, que fue entregada en adopción en un orfanato de la isla y que, según unos documentos que dejó su padre adoptivo, era hija extramatrimonial de Juan March, uno de los banqueros que financiaron la sublevación franquista de 1936.

Gallart decidió entonces presentar una demanda de paternidad, "por el momento", según ha manifestado, para conocer sus raíces familiares. Sin embargo a nadie se le escapa que hay en juego una fortuna que solo en participaciones cotizadas en bolsa se calcula en 1.400 millones de euros sin contar su extenso patrimonio, a la que tendría derecho si se demostrara que la demandante es hija de Juan March.La supuesta hija del multimillonario ha declarado al diario 'La Nueva España' que lo más importante para ella es conocer sus orígenes. "Una vez determinen si era mi padre, ya veremos qué hago, si sigo adelante para reclamar lo que me corresponda o llegar a un acuerdo. O no". Gallart ha recurrido a uno de los principales especialistas en demandas de paternidades, Fernando Osuna. En el 2009, el abogado logró exhumar los restos de un terrateniente y demostrar que era el padre de un vecino de Écija de 70 años, con pocos recursos, que recibió parte de una herencia de seis millones de euros.

El hermano de las Koplowitz

El último caso famoso de reconocimiento de paternidad lo protagonizó Carlos Iglesias Rangel, que tras un procedimiento de filiación que se prolongó casi 20 años consiguió demostrar que era el quinto hermano de Alicia y Esther Klopowitz. Iglesias fue fruto de la relación de Ernesto Klopowitz, fundador de Fomento Construcciones y Contratas y Albertina Rangel. Ahora podrá reclamar su herencia.

Otro caso conocido es el de Leandro de Borbón, hijo bastardo de Alfonso XIII, que fue reconocido en el 2003.