El creciente abuso del teléfono móvil en las aulas y la posterior exhibición en internet de las fotos captadas por los estudiantes con estos aparatos están forzando a los centros educativos a decantarse cada vez con menos reparos por la medida más drástica: la expulsión. A principios de año, un instituto de educación secundaria de Mieres (Asturias) ya echó a varios alumnos por colgar en la red imágenes de sus profesores y acompañarlas de comentarios burlescos. Esta semana, tras varios ejemplos más en toda España, ha sido el equipo directivo de otro IES asturiano, el Avelina Cerra de Ribadesella, quien ha decidido expulsar hasta por cinco días a 19 alumnos que captaron imágenes en clase y las colgaron en la red social Tuenti.

Los estudiantes sancionados se defienden alegando que las fotos no eran vejatorias ni se mofaban de nadie. Una de las alumnas implicadas, además, criticó que se hubiera castigado a la persona que colgó una foto que no ofendía a nadie y que no se hubieran tomado medidas contra un chico que incluyó el único comentario "fuerte" que acompaña a las imágenes.

"ASUNTO INTERNO" La directora del instituto, Marta Menéndez, justificó el castigo recordando que se ajusta al "procedimiento legal" que se establece en el decreto de los derechos y los deberes de los escolares, documento que regula las normas de convivencia en los centros educativos. La docente solo añadió después que se trata de "un asunto interno" sobre el cual "ya han sido informados todos los implicados".

La opacidad informativa de la directora, sin embargo, no logró frenar las filtraciones que se efectuaron por parte de los padres de algunos estudiantes sancionados. Fueron las mismas familias quienes explicaron que las sanciones se cumplirán dentro de dos semanas y rondarán los cinco días, aunque cada caso se estudiará individualmente y se notificará a los afectados.

Precisamente, los padres de estos alumnos aceptaron que el uso del móvil en clase debería acarrear alguna reprimenda para los chavales, pero criticaron que la dirección se haya reunido por separado con cada uno de ellos. En su opinión, se pretendía evitar que las familias formaran un frente común.

FENOMENO EN AUMENTO El divertimento de los adolescentes de fotografiar a sus compañeros y profesores para colgar las imágenes en internet ha alcanzado niveles tan preocupantes que incluso la Agencia de Protección de datos ha lanzado una señal de alarma por la vulneración de los derechos de imagen y a la intimidad. Este organismo recibió en enero la primera denuncia: la de un profesor que descubrió fotos suyas junto a insultos en una plataforma de este tipo.