Las autoridades andaluzas confiaban en que el fuego que desde el domingo afecta a la sierra de Segura y Las Villas, en Jaén, quedara controlado antes de la medianoche de ayer, tras calcinar 5.116 hectáreas --4.000 de ellas de pinar y sotobosque-- en las cercanías del mayor parque natural de España.

El descenso de las temperaturas, que apenas superaron los 30 grados, y el viento favorable permitieron que, a mediodía, el fuego quedara "estabilizado", es decir, que siguiera activo pero no avanzara. La Junta de Andalucía destacó que el 60% de los árboles no se ha visto afectado en la copa, por lo que la recuperación de este paraje será posible "en un tiempo mínimo".

El consejero andaluz de Presidencia, Gaspar Zarrías, explicó que los otros dos focos del fuego, originado por una tormenta eléctrica, habían sido ya extinguidos, por lo que el amplio dispositivo aéreo y humano, formado por hasta 42 hidroaviones y 500 especialistas en extinción --que en algunos momentos se elevaron a 700-- se habían podido concentrar en el frente de Las Villas. Ahí estaba previsto que continúen al menos durante 48 horas para refrescar el área afectada.

LOS VECINOS, PESIMISTAS "El foco no avanza y tampoco tiene lenguas de fuego", indicó Zarrías, por lo que el objetivo de los retenes era controlar que no surgieran nuevos frentes secundarios a causa del viento.

Los vecinos se mostraban más pesimistas que las autoridades y algunos aseguraron que, a primera hora de la tarde, las llamas alcanzaron el recinto cinegético cercano a Coto Ríos, el principal enclave turístico del parque natural.

Los consejeros andaluces de Presidencia y Medio Ambiente se reunieron de nuevo con los alcaldes de los ocho municipios afectados para anunciarles que ya se está trabajando en el plan de recuperación de la flora y fauna del paraje calcinado.

AYUDA EXTREMEÑA Por otra parte, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla La Mancha confirmó que el incendio declarado a las 15.15 horas de ayer en el paraje conocido como La Carbonera de la localidad de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real) estaba controlado y podría quedar extinguido a lo largo de la noche.

En la zona trabajaban, entre otros medios, dos técnicos en extinción, 8 agentes, tres helicópteros de la Junta, y uno de Badajoz, dos retenes helitransportados, seis retenes terrestres, seis auto bombas, cinco máquinas pesadas, una patrulla móvil y un hidroavión con base en Talavera la Real (Badajoz).