El presidente de Baleares, Francesc Antich, desveló ayer que el incendio que quema desde el domingo en el paraje de Benirrás, en la isla de Ibiza, pudo ser originado por una negligencia en una de las cuevas cercanas a la zona, en la que se encontraban coches estacionados. Esta explicación contradice la primera versión que atribuyó el fuego a la explosión de uno de estos vehículos. Antich, que ayer por la tarde sobrevoló el área afectada por las llamas, aseguró que el incendio estaba, a última hora de ayer, "estabilizado" en un perímetro de 349 hectáreas.

"Tanto el Seprona como los agentes de medio ambiente confirman que se trata de una negligencia que se ha originado en una cueva ocupada, cerca de donde había coches", agregó el consejero de Medio Ambiente balear, Gabriel Vicens.

El presidente balear se mostró optimista, dado que, una vez estabilizado el fuego, dijo, ya no hay riesgo de que el incendio se extienda más allá de la zona establecida por los 300 técnicos terrestres y 18 aéreos que participaron ayer en la extinción.

El gerente del Instituto Balear de la Naturaleza, Guillem Rosselló, admitió que habrá que esperar 15 años para que los pinos que se planten en esta zona natural protegida, recuperen el tamaño que tenían.