"Un grandísimo actor. Al contrario que Guardiola, cuyo liderazgo sale de dentro, Mourinho se hace respetar mostrando una máscara de tipo duro que da miedo. Mantiene un férreo control de los músculos de la cara y pone las cejas en forma de uve. Pero no es él, es un papel. Bajo esa máscara de hombre enfadado hay un tipo simpático que se ríe de su personaje. Es racional y calculador".