Más de un centenar de pensionistas extremeños se manifestaron ayer en Mérida, cuando se cumple la semana cien de sus protestas, para exigir una jubilación «digna» y, al Gobierno regional y grupos parlamentarios, políticas sociales «para eliminar las diferencias que estamos sufriendo en esta tierra».

La marcha, convocada por la Coordinadora Extremeña en Defensa del Sistema Público de Pensiones, partió de la puerta de la Villa y concluyó con una concentración ante el Parlamento extremeño, donde entregaron un documento dirigido a su presidenta, Blanca Martín.

La movilización se repitió en todas las autonomías, en las que también se presentó un documento similar al que ya hicieron llegar al Congreso, adaptado a sus competencias y, en el caso de Extremadura, a sus particulares reivindicaciones.

En la protesta exigieron mejoras para los pensionistas de Extremadura, «que junto a Andalucía es la comunidad que menos cobra y la más pobre a nivel social», señaló el portavoz de la Coordinadora, Miguel Ángel de la Calle, informa EFE.

Montserrat González, otra portavoz del colectivo, añadió que el retroceso en la edad de jubilación convierte a los jóvenes en «esclavos», y aseveró que los trabajadores en activo deben tener «algo decente para poder vivir» cuando alcancen la edad de jubilación.

«La mayoría de los protestantes somos pensionistas, jubilados que ya tenemos nuestra pensión y queremos que mejore, aunque principalmente estamos peleando para dejar un sistema público de pensiones digno a nuestros hijos y nietos», añadió.

El colectivo insta al Gobierno extremeño a atajar los problemas relacionados con la pobreza energética y las situaciones de dependencia para que las personas puedan vivir con dignidad, dado que estas áreas son competencia de las comunidades autónomas.