Culpable, pero en compañía de otros. Tras dos días de deliberación, el jurado popular en la repetición del juicio por el asesinato de Rocío Wanninkhof consideró ayer por unanimidad que el británico Tony King fue el autor material del crimen, aunque según la votación de siete de los miembros, en él colaboraron otras personas. El jurado descartó que se produjera agresión sexual, lo que rebajaría la petición del fiscal de 26 a 20 años de prisión, mientras que la defensa del británico anunció que recurrirá contra el veredicto al entender que debería ser condenado como "cómplice" y no como autor y que se vulneraron los derechos del imputado.

La decisión de la coautoría en el asesinato, que era la que reclamaban defensa y acusación particular, la fundamenta el jurado en que el pañuelo con sangre de la víctima, encontrado en el lugar donde desapareció Rocío, fue ofrecido por "un conocido", y que el reguero de sangre que dejó el cadáver confirma que el cuerpo fue arrastrado y posteriormente arrojado en el paraje de los Altos del Rodeo, un punto conocido en el círculo familiar ya que los Wanninkhof pensaban montar un negocio en la zona. La aparición de una pegatina de las que llevaban los voluntarios de la búsqueda de Rocío demuestra que uno de los implicados en el crumen participó en dichas tareas, algo que siempre negó rotundamente King.

El veredicto indica que hubo alevosía en el crimen, y considera como agravante que se cometiese en un lugar apartado y poco iluminado, además de descartar que Tony King no estuviese con sus facultades mentales plenas en ese momento.

LA MADRE, CONTENTA La madre de la víctima, Alicia Hornos, emocionada, afirmó que "empieza a hacerse justicia" y a "iluminarse una luz ahí arriba", aunque apuntó que el proceso "aún no ha terminado". Su abogado, tras criticar la actitud del fiscal "al no defender la verdad, sino a una tercera persona", anunció que "habrá que buscar a los otros asesinos de Rocío, que no están muy lejos y aparecen en el procedimiento", y apostilló que Robert Graham, amigo de King y que fue imputado en el primer juicio, "tendrá que venir".

King, preso desde el 21 de septiembre de 2003, está condenado a 36 años de cárcel por el asesinato de la joven de Coín (Málaga) Sonia Carabantes en agosto de ese año y a siete por el intento de violación a una joven de Benalmádena.