Es el germen de las relaciones que mantienen Israel y Cáceres en el campo de la tecnología médica. El doctor Salvador Pascual, cirujano en el hospital del Puerto de Santa María visita varias veces al mes el Centro de Cirugía de Mínima Invasión. De su estrecha colaboración con el profesor Jesús Usón y el potencial del centro médico cacereño surgió hace tres años la buena relación entre Cáceres y la Bio-Incubadora NGT de Nazaret (Israel), la única judía y árabe.

--¿Cómo surge la conexión entre el centro cacereño y el israelí?

--Colaboro con Jesús Usón desde que lo conocía en 1991. Vengo al centro una, dos y hasta tres veces al mes. Con Israel empecé las relaciones en el 2004 por un proyecto que teníamos nosotros. A partir de ahí conocía gente muy interesante, les conté lo que había en Cáceres y cuando llegaron aquí dijeron que no se querían.

--¿Qué le parece el proyecto de la Junta de copiar en Extremadura el modelo israelí?

--La única manera de luchar en este mundo es entrar en mercados donde haya un gran valor añadido y eso se consigue a base de la innovación. Eso nos va a posibilitar que la iniciativa del Gobierno extremeño se concentre un gran capital humano, gente con ideas que venga a Cáceres a quedarse. De ahí saldrán empresas y todo eso alrededor del CCMI puede significar un importante tejido industrial productivo, no de venta, sino de producción de ideas. Es un proyecto muy interesante.

--¿Será compatible la relación con Israel con la bioincubadora proyectada en Extremadura?

--No solo es compatible, sino que habrá más alianza y colaboración con ellos porque llevan muchos años trabajando en este campo.

--¿Existe en España algo similar?

--De este tipo no. Hay fondos de inversión para ayudar a la gente, pero como está en Extremadura planteado y con la profesionalización que va a tener no existe en España. Después vendrán a Cáceres a copiarlo.

--¿Qué hace falta para eso?

--El primer paso es el que está dando la Junta con la voluntad de poner en marcha y aumentar el I+D de Extremadura de una forma brutal. Luego los extremeños tienen mucho que aportar, tanto la universidad como los mismo estudiantes, y creo que también la gente de FP tendrá cabida porque cualquier dispositivo para cirugía o lo que sea es importante que alrededor de la incubadora contar con profesionales como torneros, gente que trabaje el metal, los plásticos...

--¿Hay potencial en esta región para conseguir que este modelo sea un éxito como lo es en Israel?

--Potencial hay y no solo lo que haya, también puede ser un polo de atracción de gente de otras partes de España que venga a trabajar a Extremadura, incluso del extranjeros. Tenemos que pensar en un mundo universal, tiene que servir para atraer cerebros de otros partes, no porque se vaya los cerebros extremeños sino para importar cerebros.