Media entrada en la Plaza de toros de Las Golondrinas, segunda de feria, corrida de rejoneo. Será la crisis, la fecha, o los precios, lo cierto es que ya son tres años en los que hay menos público del habitual en esta tradicional corrida de rejoneo de la feria de Plasencia. Inicialmente el cartel era bueno, pues en él estaba la máxima figura de los de a caballo, pero se cayó del cartel, parece ser porque antes se cayó del caballo en un entrenamiento, eso dice el parte médico exhibido en la puerta de la plaza. El caso es que no se han devuelto entradas ni se han vendido menos pues su ausencia no se anunció hasta última hora, con lo cual la conclusión es que ni Pablo Hermoso vende entradas. Toros de La Castilleja, de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) ni que decir tiene que de encaste Murube-Urquijo, el que los rejoneadores lidian en todos los sitios, y como en todos los sitios y como siempre, exageradamente afeitados, prácticamente desmochados.

El joven Joao Moura, por causa de la alteración del cartel resultó el más veterano y abrió plaza. Su primero fue el peor de la corrida, no trasmitió nada, mató de un rejón hondo y fue ovacionado. En su segundo toreó bien a caballo con sus quiebros y su monta habitual, templando las embestidas del toro, pero mató mal, dos intentos y rejón hondo y ello le privó de trofeos.

Leonardo Hernández, siempre personalísimo, siempre sin zahones siempre con el marsellés al hombro en el paseíllo. Animó el tendido en su primero, cabalgando de costado con el toro prendido en el estribo y cambiando de sentido en la misma cara. Puso banderillas cortas al violín. Mató de rejón y descabello y se pidieron las dos orejas que el presidente no dudó en conceder. Con la salida a hombros asegurada, salió animadísimo en su segundo y vuelve a animar el cotarro con su extraordinaria monta, acabó la faena con un extraordinario par de banderillas cortas, a dos manos, mató de un rejón entero de efecto fulminante. El presidente sacó directamente los dos pañuelos y el generoso público pidió el rabo que se le concedió. Leonardo empleó caballos nuevos, con los que viene actuando esta temporada, debido al problema que tiene retenido a sus principales caballos en México. No se notó la sustitución, sus cabalgaduras estuvieron a la altura. La continuidad de su cuadra está garantizada.

Roberto Armendáriz, navarro discípulo de Pablo Hermoso, estuvo muy bien en sus dos toros. Su monta y doma es perfecta y la ejecución de las suertes es cuando menos correcta. Tuvo el detalle, seguramente aprendido de su maestro, de anunciar el nombre de sus caballos, espectaculares Delirio y Polvorilla. Es una información de agradecer y que deberían facilitar todos los rejoneadores, pues al fin y al cabo sus caballos son protagonistas y parte del binomio, caballo caballero , que hacen posible este bello arte.

En el lado negativo, el excesivo desmoche de los toros y la tardía información de la ausencia de Pablo Hermoso. El parte médico está fechado el pasado día 7 y a la una de la tarde de ayer no se había anunciado su sustitución.