La Policía Nacional dejó ayer en libertad al abuelo de la niña de 10 meses fallecida en Manacor tras pasar más de ocho horas encerrada, por olvido, dentro del coche. Al hombre, que el viernes pasó unas horas ingresado por una crisis de ansiedad, se le imputa un delito de homicidio imprudente. Según informó el cuerpo policial, la menor había quedado a cargo de su abuelo, quien se olvidó de ella y la dejó en su monovolumen sobre las 7.00 horas de la mañana, cuando estaba dormida.

Cuando el hombre, que ese día estaba encargado del cuidado del bebé, regresó al vehículo, pasadas las tres de la tarde, la niña estaba ya muerta. El Instituto Anatómico Forense de Palma se encarga de realizar una autopsia al cadáver de la pequeña, pero en un primer examen, no se apreciaron señales de violencia, por lo que no se descarta que la pequeña muriera por asfixia.