En Africa la violación sigue siendo un arma de guerra y miles de mujeres mueren cada año víctimas de la falta de atención médica tras un embarazo precoz. Son solo dos ejemplos de la precaria situación de la población femenina en el continente negro. Sin embargo, sus líderes no son ajenas a los problemas mundiales y en la primera jornada del encuentro Mujeres por un Mundo Mejor, celebrado en Valencia, reclamaron que la crisis no suponga un retroceso de los derechos alcanzados por las mujeres y que su talento, la mitad del talento mundial, sea utilizado en los foros de poder para buscar una salida a la recesión.

Por ejemplo, Graça Machel, una de las activistas más reconocidas del continente, criticó durante su intervención en una cita con 400 mujeres de más de 50 países, que en el foro G-20 solo haya dos presidentas (Alemania y Argentina) y que, además, "cuando se sientan en las reuniones hablan con voz de Estado, no de mujeres". "La voz de la población femenina en los foros donde se discute de la remodelación del sistema financiero no es escuchada", denunció la también esposa de Nelson Mandela. En su opinión, esto lastrará la salida de la crisis porque las estadísticas demuestran que las empresas con al menos un 30% de directivas son más competitivas.

LA INAUGURACION La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, promotora de un encuentro que se ha celebrado en España y Africa alternativamente desde el 2006, sintonizó de lleno con las ideas expresadas por las líderes africanas. Durante la inauguración del evento y acompañada entre otras de la Reina y las presidentas de Liberia y Finlandia, Ellen Johnson Sirleaf y Tarja Halonen, se mostró convencida de que "precisamente ahora" que la crisis golpea a todos los países la "voz de las mujeres tiene que oírse más alto que nunca". "No podemos permitir que la crisis sirva de coartada para el retroceso de los derechos alcanzados y frene su avance", añadió.

El encuentro de mujeres españolas y africanas, lejos de perder relevancia con el paso del tiempo, congrega cada vez a más representantes gubernamentales y de diversas instituciones. La jornada de ayer permitió constatar que, salvando las abismales diferencias que separan las sociedades de países como Finlancia de otros tan pobres como Níger, mujeres en todo el mundo siguen luchando por alcanzar mayores cuotas de poder en los foros de decisión importantes.

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, centró su discurso en otro de los problemas que recorre los cinco continentes: la violencia machista. Aído reivindicó que la lucha por erradicar esta lacra "esté en el primer nivel" de las agendas de todos los gobiernos e instituciones.

La jornada, sin embargo, no estuvo exenta de autocrítica. Machel consideró que el movimiento en favor de la igualdad necesita "definir sus prioridades y ponerse objetivos cuantificables", que puedan ser evaluados periódicamente. Es cierto que muchos de los objetivos acordados en pasadas ediciones del acontecimiento aún están lejos de lograrse, pero la Moncloa difundió un texto con los propósitos que ya se han alcanzado.