Tras el crítico documental realizado por el periodista británico Martin Bashir sobre Michael Jackson, los allegados al alicaído artista han pasado al contrataque. Fue Debbie Rowe --madre de dos de sus hijos--, quien, "aterrorizada" por lo que el acoso de la prensa puede hacer a los niños, quiere que aparezcan cubiertos con velos. Y quien decidió que él tuviera la custodia. Para elaborar el espacio que el jueves emitió la Fox, la cadena compró por 2,5 millones de euros (415 millones de pesetas) el material que Jackson grabó con Bashir. Y éste no sale bien parado. Si en su documental dice que la mansión Neverland era un lugar "peligroso", y que Jackson pone en peligro a sus hijos, en las imágenes define la relación como "espectacular", y la casa, como "espiritual".