Grecia parecía ayer vislumbrar el principio del fin de la tragedia de los incendios descontrolados que han reducido a cenizas centenares de miles de hectáreas, principalmente en la isla de Eubea y en la península del Peloponeso. El portavoz del servicio de bomberos, Nikolaos Diamantis, se proclamó por vez primera "optimista" ante la tragedia. "Los incendios son ahora limitados y no hay peligro de progresión", afirmó el responsable. Existen dos incendios que todavía no están controlados en Eubea y el Peloponeso. Con todo "no son ya tan violentos", subraya el portavoz de los bomberos. Las favorables condiciones meteorológicas de los últimos días han contribuido a mejorar el diagnóstico del servicio.