El príncipe Carlos se ha visto salpicado por el escándalo financiero en que está envuelto el multimillonario turco Cem Uzan que ha contribuido con 600.000 euros (casi 100 millones de pesetas) a las fundaciones benéficas del heredero. Sobre Uzan pesa una orden de busca y captura internacional y está acusado de estafar 2.800 millones de euros a Nokia y Motorola.