Un niño de 2 años y su padre, de 41, murieron atropellados el viernes a última hora de la tarde en la calle de Conca de Tremp, en el barrio del Carmel, en Barcelona. Según cuentan los vecinos de la zona, el pequeño se escapó y su padre bajó de la acera para rescatarle, cuando el vehículo, que según estas mismas fuentes subía a gran velocidad, los arrolló. Los hechos sucedieron a las 20.10 horas y hasta allí se desplazaron tres unidades medicalizadas del Sistema de Emergencias Médicas, que atendieron a las víctimas en el lugar del suceso, antes de trasladarlas al Hospital del Vall d'Hebron, donde fallecieron.

La Guardia Urbana detuvo al conductor del vehículo --un joven de origen rumano y residente en el barrio que viajaba junto a su padre, también según los vecinos-- por un presunto delito de homicidio imprudente. El detenido dio negativo en el control de alcoholemia.

El adulto fallecido --de origen paquistaní y residente en el barrio, según los vecinos-- bajaba por la acera de la calle de Conca de Tremp, vía estrecha y con una fuerte pendiente, junto a sus dos hijos. El menor bajó del bordillo --también muy estrecho--, y el padre saltó a la calzada a buscarle, cuando el coche se los llevó por delante a ambos, mientras la hija mayor, de unos 6 años, según testigos, se quedó en la acera.

Jordi Soria y María Dolores Corpas regentan un bar en la angosta calle, a escasos metros del lugar del accidente. "Los coches suben por aquí rapidísimo. Lo raro es que no pasen más desgracias. Tienen que poner alguna solución a esto", asegura Soria. Manuel Moreno, también vecino del lugar, apunta que la solución debería pasar por la instalación de badenes para que los coches se vean obligados a reducir la velocidad.

Fernando González, presidente de la asociación de Veïns, veía el asunto de forma distinta. "Es una calle muy estrecha con una pendiente tremendamente grande; poner badenes es inviable, ya que cada dos por tres los coches se irían para atrás y causarían más accidentes", señala.