La tercera grúa desplomada por el viento en sólo dos días causó ayer la muerte de dos militares en un astillero de Cádiz. Con estos son cinco las personas muertas por grúas esta semana (el miércoles fallecieron dos ancianas en Vigo y una mujer embarazada en Santurce), el mismo número que las fallecidas en los últimos 15 años, lo que da una idea de la excepcionalidad de este tipo de sucesos.

El accidente se produjo a las 8.30 horas en la factoría Izar de Cádiz cuando el viento (que alcanzó los 100 kilómetros por hora) desplazó una grúa del astillero, que golpeó la pasarela del portaeronaves de la Armada Príncipe de Asturias, que se encuentra en reparación en un dique seco. A causa del impacto, tres militares --un brigada, un cabo y un marinero-- perdieron el equilibro y cayeron al suelo desde una altura de 15 metros, lo que provocó la muerte de los dos primeros.

Según fuentes de la Armada los fallecidos "en acto de servicio" son el brigada electricista Emilio Alonso Alonso, de 42 años, casado, con dos hijos y nacido en Vigo, y el cabo de marinería José Manuel Sevilla Espejo, natural de Madrid, que contaba con 24 años y residía en el municipio gaditano.

El tercero de los militares, el marinero gaditano Gabriel Martín Otero de 29 años, corrió mejor suerte y puedo salvar la vida, aunque anoche permanece ingresado en el hospital militar de San Fernando con "múltiples heridas, contusiones y rasguños", según el parte médico.

A pesar de la rápida actuación de los trabajadores del astillero, que lograron rescatar con vida al brigada, éste finalmente murió durante el traslado a la enfermería de las instalaciones. Su compañero, sin embargo, perdió la vida en el acto a consecuencia del fuerte impacto. Ambos pertenecían a la tripulación del portaeronaves Príncipe de Asturias, buque insignia de la Armada Española con más de 1.200 hombres a bordo.