El Juzgado de lo Penal de Tortosa (Tarragona) ha dictado una sentencia que obliga a una mujer a recoger a su hija en la casa de sus ex suegros, en una localidad cordobesa donde vive su ex marido, sobre quien pesa una orden de alejamiento desde 2006 por maltratos a su ex mujer. En la sentencia, el juez dice que el padre puede ver a su hija en periodos de las vacaciones, pero como carece de medios económicos, la madre ha de ir a recoger a la pequeña a la localidad cordobesa de Hornachuelos.

La mujer, Noelia Tapia, ha dicho que "parece que este juez no se ha leído sentencias anteriores", ya que la está mandando "a la boca del lobo". Según Tapia, su ex marido se saltó por primera vez la orden de alejamiento, la amenazó "con un cuchillo", y un tiempo después le dijo que la iba "a matar".

Tras este incidente detuvieron a su ex marido y lo ingresaron en la cárcel, pero al mes salió libre y desde entonces debe cumplir una orden de alejamiento de 500 metros durante 5 años, orden que no cumpliría si está obligada a recoger a su hija en el domicilio de sus ex suegros, lugar donde vive su ex marido. Hasta hoy eran la hermana o la madre de su ex marido quienes hacían de mediadoras cuando debía recoger a su hija.

Tapia asegura que lo único que pide es "protección", y se pregunta quién le asegura que no va a pasarle nada. Asimismo, reconoce tener miedo a que su ex pareja "actúe como lo ha hecho antes", y afirma correr "un peligro" si va sola.