Feo, muy feo lo que le hizo el otro día Tom Cruise a nuestra Penélope. El actor confesó a Larry King, el entrevistador estrella de la CNN, que siempre amará a Nicole Kidman, su segunda exmujer (primero estuvo casado con Mimi Rogers) y madre de sus dos hijos adoptivos. A Tom el piropo a su ex le salió del alma, aunque luego intentó arreglarlo diciendo: "aunque se puede adorar a alguien y saber que no es para uno."

La relación de Tom y Penélope Cruz siempre ha estado bajo sospecha, pero mal que bien la pareja ya lleva casi dos años junta, al menos oficialmente. El martes asistieron en Los Angeles a la presentación de El último samurai, la última película de Cruise, y se prodigaron todo tipo de arrumacos, un exceso de besos, caricias, gestos y miradas cómplices con los que alejar el fantasma de Nicole, ahora ennoviada con el rockero Lenny Kravitz.

Pero Tom no sólo besa en público a nuestra Pe, sino que ha hecho unas nuevas declaraciones con las que pretende borrar las anteriores. Cruise define a su novia como un "ser humano extraordinario, bella, exitosa e inteligente" (Ostras, lo mismo que dijo Letizia Ortiz del príncipe Felipe, aunque cambiando el género, claro).

Aunque los piropos de Cruise a Pe parecen de diseño, son de agradecer. El actor dice amar y admirar a su novia y asegura que se divierte mucho con ella. No es de extrañar que la quiera ya que Pe, además, le sale barata. Al parecer la actriz española es tan romántica que, según Tom, prefiere una rosa roja, un carta o una llamada, a una joya. No seas tonta Penélope, deja que Tom siga hablando bien de Nicole y que a tí te cubra de brillantes.