Los Mossos d’Esquadra arrestaron el pasado fin de semana a tres hombres por agredir sexualmente a una mujer en Barcelona y grabarlo con su teléfono móvil, según fuentes policiales. Los tres sospechosos -de 33, 32 y 28 años y de nacionalidades hondureña, ecuatoriana y española- ingresaron ayer en prisión provisional sin fianza por una violación en grupo.

Los hechos ocurrieron el sábado de madrugada en el interior de un coche, aparcado frente a una discoteca de la calle de Casanova. Según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, el primer aviso de lo que estaba ocurriendo en el vehículo estacionado lo dio una mujer, que alertó a una patrulla de la policía catalana sobre las seis de la mañana. Había visto a tres hombres encerrados en un automóvil con una mujer a quien estaban sacando fotos con el móvil. Cuando los dos agentes se acercaron al lugar, dos de los hombres salieron del coche. Los policías les pidieron que se detuvieran. Al asomarse al vehículo, vieron que la víctima estaba desnuda de cintura para abajo y que el tercer hombre -el que seguía en el interior del turismo- tenía la bragueta desabrochada.

Otro ciudadano se acercó para informar a los agentes de que había visto que los tres habían mantenido sexo por turnos con la mujer y que de ese coche habían salido flases que, posiblemente, se debían a fotos o vídeos que habían captado con su teléfono. Uno de los sospechosos explicó entonces a los dos policías que habían mantenido relaciones sexuales con la mujer pero que estas habían sido consentidas. Añadió que disponía de fotos y vídeos en su teléfono y que podía mostrarlas porque no tenía nada que esconder. En las imágenes que vieron los policías, sin embargo, lo que se aprecia es que la mujer estaba semiinconsciente mientras los tres hombres la violaban.

BEBIDA SOSPECHOSA / La víctima fue trasladada al Hospital Clínic y manifestó la voluntad de denunciar los hechos porque negó que se tratara de relaciones consentidas tal como habían declarado los sospechosos. Uno de ellos se acercó a hablar con ella en la discoteca y le ofreció una bebida, según relató la joven agredida a la policía. Ella la aceptó, pero ya no recuerda nada más. Los Mossos d’Esquadra investigan si se trata de un caso de sumisión química.