El vicepresidente de la Federación Estatal de Profesores de Enseñanza de Religión (FEPER), Luis Guridi, denunció ayer que los responsables eclesiásticos han presionado durante 15 días a los maestros para que acudieran a la manifestación de ayer.

Guridi aseguró que las coacciones, que proceden de la mayoría de las delegaciones diocesanas provinciales, consistieron en llamadas personales a los profesores de Religión para que participaran en la organización de la marcha contraria a la ley orgánica de educación (LOE).

Durante las últimas semanas, las delegaciones diocesanas elaboraron dípticos para repartir en los colegios en los que se dice lo siguiente: "Si usted piensa asistir a la manifestación de Madrid póngase en contacto con el profesor de Religión de su centro".

Guridi también informó de que, durante estos días, las diócesis han convocado a los profesores de Religión a reuniones en las que se subrayó "la importancia de acudir" a la convocatoria y a las que incluso acudieron los obispos.

Para el vicepresidente de la FEPER, profesor jubilado de Religión, las presiones son "inadmisibles en el siglo XXI". "Somos profesionales de la enseñanza y no hacemos proselitismo. Tampoco somos activistas religiosos", advirtió con firmeza.