Devolverle la sonrisa a niños que padecen malformaciones. Fue uno de los fines con los que hace cinco años nació Cirujanos Plástikos Mundi, una ONG creada por el doctor Javier Beut, director de una clínica en Palma donde sus clientes se ponen en sus manos por motivos muy distintos a los de sus pacientes del Tercer Mundo. En Kenia, Etiopía, la India o Perú no se busca un retoque de nariz, sino reconstruir un rostro deformado por la lepra, las secuelas de una guerra o enfermedades congénitas.

En ello está Beut desde que en 1989 pisó un hospital de Wamba (Kenia), movido, reconoce, por la curiosidad, que no la generosidad. Pero el caso es que después de tres lustros y más de 2.000 niños y adultos tratados asegura seguir encontrando en esas tierras la esencia de la medicina que descubrió al llegar. Un motivo, de tantos, por el que continúa una aventura filantrópica en la que no está solo. Le acompañan cirujanos de Palma y Barcelona, su ciudad natal.

Todos ellos se dan cita desde el viernes en un encuentro que se celebra en Palma: la cuarta edición del Torneo Benéfico de Golf, que concluye esta noche. Esta reunión anual congrega a implicados y voluntarios, persigue recaudar fondos para seguir con el proyecto humanitario y afianzar nuevos retos.

Cirujanos Plástikos Mundo opera en cualquier lugar del mundo de forma voluntaria, haya o no las condiciones adecuadas. Lo más habitual es no tenerlas. Las solventan como pueden, llegando a instalar un quirófano en medio de la sabana. También enseñan a los especialistas de los países más maltratados.

A través de talleres --el último se realizó en Tanzania--, los profesionales proporcionan educación sanitaria a sus colegas locales para lograr a largo plazo autosuficiencia. De paso, también aprenden. Y no sólo de la vida. Porque Beut reconoce que la experiencia de muchos cirujanos del tercer mundo es extraordinaria, ya que reciben a diario a personas con malformaciones que aquí no se ven.

Algunas de las operaciones más comunes que realizan son los labios leporinos, las alteraciones oculoplásticas, las secuelas de quemaduras y enfermedades degenerativas.