La reina Sofía apeló ayer a la solidaridad y al compromiso social para proteger la dignidad humana en el acto central del Día Mundial de la Cruz Roja. En la ceremonia se rindió homenaje al despliegue humanitario que surgió tras los atentados del 11-M. El acto contó con una amplia representación institucional, que encabezó el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera.

La Reina hizo un llamamiento a la sociedad para "contraer un compromiso moral y solidario en defensa del derecho a la vida de las personas, por encima de cualquier condicionante de creencias, cultura, opiniones e intereses".

En alusión a las 21 personas que recibieron una medalla por su acción de ayuda, aseguró que "las palabras ética, ilusión, esfuerzo, afecto y comprensión han sido las que han debido manejar".