Reina, en el corazón de la Campiña Sur, verá hoy de nuevo cómo su población se multiplica por siete, convocando a más de 1.500 personas atraídas por el influjo de la luna llena de agosto. Estos 'lunáticos' se concentrarán en la plaza donde un grupo de teatro animará la puesta de sol. Después, precedidos por voluntarios ataviados con túnicas negras y portando antorchas iniciarán la ascensión a la Alcazaba árabe que corona el monte vecino, a 832 metros de altitud.

Las últimas luces del día, ya con la competencia del resplandor de la luna llena, permitirán contemplar desde este enclave privilegiado una amplia extensión del paisaje de la comarca, donde destaca la vecina ciudad romana de Regina. En torno a la medianoche, un cariz reivindicativo, con la lectura de un manifiesto que reclama más atención para el patrimonio histórico y cultural de la comarca, que da paso a un concierto de música medieval.

Los presentes contemplan el espectáculo desde la explanada de la Alcazaba, donde se colocan más de un millar de sillas. Los fuegos artificiales ponen el colofón a la fiesta.

La edición de esta noche será algo más especial que las anteriores, ya que servirá como homenaje a Ceferina González, exalcaldesa de Reina que con su ilusión logró poner en marcha la luna de agosto hace más de una década y que falleció hace unos meses, a los 38 años de edad.

"Queremos que hoy sea un día especial, un día que recuerde cómo Cefe logró contagiarnos su entusiasmo a mi, a Victoriano y a Ignacio, para crear algo que fuese una fiesta, pero también un toque de atención sobre el abandono que sufría el patrimonio histórico de la zona", explica Jaime Ruiz Peña, uno de los promotores.

Y es que la reivindicación está muy presente en la jornada. La Alcazaba árabe fue abandonada a finales del siglo XVII y poco a poco se fueron desmoronando sus murallas, sus 14 torres albarranas, su ermita visigoda, y los aljibes quedaron sepultados en el olvido. "Había un proyecto 'dormido' en un cajón de la Consejería de Cultura para rehabilitar el recinto, y Ceferina encabezó al grupo de personas que promovían que se pusiese fin al abandono", explica Arancha González, agente de desarrollo de Reina.

Y fueron llegando los fondos. Hoy la Alcazaba presenta un aspecto muy distinto aunque aún queda al menos una fase para completar la restauración, la antigua fortificación árabe, ubicada en el cruce de las viejas calzadas romanas que unían Mérida y Córdoba, ha recuperado en parte su esplendor. Sus muros, sus torres, su amplísima plaza, sus aljibes, ya son reconocibles.

Y todo gracias a quienes una noche decidieron invocar a la luna llena para que les ayudase a cumplir su sueño. Esta fe se ha visto premiada con sorpresas como la aparición al pie de la colina de un hermoso busto de la diosa Selene, la diosa de la luna --como no podía ser de otra manera-- o el descubrimiento de misteriosas pinturas de galeones o extrañas plantas, o el surgimiento de la hasta entonces desconocida Puerta de Llerena.