El Juzgado de Instrucción número 1 de Santander encomendó ayer a los Servicios Sociales la custodia de una niña de tan solo 12 años que ingresó en un hospital de la ciudad con un aborto en curso y una gran hemorragia. Por el momento, la patria potestad le ha sido suspendida a la madre, de nacionalidad rumana, por 30 días, mientras se investigan las circunstancias que rodean a la menor, que según las estimaciones, estaba embarazada de 12 semanas.

Fue el servicio de Urgencias de la Residencia Cantabria el que alertó al Juzgado de Guardia el sobre las siete de la mañana del pasado lunes, cuando una niña ingresaba en el servicio de maternidad con un aborto en curso y presentando una importante hemorragia.

En torno a una hora después, su madre y el compañero sentimental de esta --que en un principio se presentó en el hospital como el padre de la joven, pero aún no se ha demostrado tal relación--, solicitaron el alta voluntaria de la niña para llevársela a casa, motivo por el que el Juzgado declaró la situación legal de desamparo de la menor y prohibió su marcha del hospital. Por ello, el Juzgado decidió retirar la custodia y además prohibió que tanto la madre como su pareja mantengan contacto con la menor durante estos 30 días.