Como buen gladiador, Russell Crowe quiere poner la puntilla a su soltería matando. El actor australiano quiere que una delegación de sus exnovias --Meg Ryan, Sharon Stone y Peta Wilson-- le acompañen en la fiesta de compromiso que se dispone a celebrar para Fin de Año. El problema es que su futura esposa, Danielle Spencer, no está en absoluto de acuerdo.

La prometida no se ha limitado a fruncir el ceño. Según asegura el portal de internet www.imdb.com, su reacción ha sido iracunda y ha provocado más de una escena de esas que luego cuentan en libros los criados lenguaraces. "Ella acepta a estas chicas como parte de la vida de Russell, pero albergarlas en su hogar para celebrar su boda es demasiado", dice un amigo. De momento, Meg Ryan ha declinado la invitación.