El sistema sanitario público sólo se hace cargo del 12% de los cuidados a los enfermos. Del resto se encargan las familias de los pacientes. El informe Los costes invisibles de la enfermedad, realizado por la Fundación BBVA, prevé que esta situación será todavía más negra para los ancianos sin recursos.

María Angeles Durán, profesora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y directora del estudio, explicó que el problema se agudizará por el envejecimiento de la población, con el aumento de enfermedades invalidantes, que obligará a hacerse cargo de millones de personas durante muchos años.

La socióloga destacó que la situación se agrava con la incorporación al trabajo de la mujer, que mayoritariamente se ocupa del cuidado de enfermos en el hogar. España, según el informe, pierde al año desde 1988 unas 100.000 amas de casa, que dedican 200 horas a cuidar familiares.

La investigación señala que si la Administración se hiciera cargo del 10% de los cuidados que hoy llevan a cabo las familias, debería aumentar su presupuesto de personal en un 70%. "El sistema no podrá hacer frente a costes tan brutales", advirtió Durán.

Los que menos recursos, que no pueden adquirir cuidados, son los más afectados. Según la experta, una pensión de 600 euros (unas 100.000 pesetas) es suficiente para vivir si no se está enfermo. "Pero se agotaría el 16 de cada mes si hubiera que comprar la ayuda de tres horas de un inmigrante sin papeles", apuntó.

El informe cifra en 21.000 euros (3,5 millones de pesetas) la estancia anual más barata en un psiquiátrico y en 102.000 euros (17 millones de pesetas) en uno quirúrgico. Propone fomentar el voluntariado, crear más servicios públicos y un seguro de dependencia, cofinanciado por la Seguridad Social y los particulares.