"Ya había agua sobre la mancha de sangre y terminé de limpiarla". ¿Por qué? "Por higiene, el escenario debe quedar limpio", declaró ayer uno de los nueve mossos imputados por la jueza que investiga la muerte de Juan Andrés Benítez tras ser reducido violentamente por agentes de la policía autonómica el 5 de octubre en Barcelona. El charco de sangre que dejó la víctima en el suelo de la calle Aurora, en el Raval, se ha convertido en uno de los ejes de las pesquisas. Fueron dos, no uno, los mossos que echaron agua para borrar el rastro de sangre. La jueza sospecha que los agentes quisieron borrar pruebas de lo que había ocurrido para supuestamente encubrir los golpes que recibió el fallecido.

La magistrada estima que "ni razones de salubridad, higiene o protocolos de actuación pueden justificar que unos agentes de la policía procedan al borrado o alteración de unos rastros o vestigio, máxime cuando en el presente caso la mancha de sangre se hubiera podido preservar realizando una fotografía y tomando una muestra de la misma". A su entender, los agentes podrían haber cometido un delito de obstrucción a la justicia.

El 13 de noviembre, uno de los mossos imputados que actuaron en la calle Aurora reconoció ante la jueza que había tirado agua en el charco de sangre. Ayer lo hizo otro. "La manda de sangre la vi un poco antes de irme, cuando Benítez ya estaba en la ambulancia", afirmó este último. Según su versión, no consultó con nadie y vertió agua, a pesar de saber que el empresario ya había tenido una parada cardíaca y había sido trasladado al Hospital Clínic. La jueza ha recibido una certificación de Barcelona Por el Medio Ambiente en la que expone que no recibió aviso de los Mossos para limpiar nada.

En busca de imágenes

La presunta obstrucción a la justicia por parte de los mossos no se centra solo en la limpieza de la sangre, sino también en la visita que recibieron algunos vecinos por parte de agentes preguntando si había grabado imágenes. Una joven francesa, que declarará la próxima semana en el juzgado, explicó a la policía que fue a su piso una mossa, le preguntó si había tomado fotos y que ella "se ofreció voluntariamente a borrarlas".

El mosso que declaró ayer identificó a una compañera como la que entró en una vivienda porque, según le comentó, "habían lanzado algo desde un piso" (en los vídeos no aparece ningún acto de este tipo). "La vi hablar con una mujer que me pareció normal, no la típica persona que arroja objetos por el balcón", agregó el mosso.

La jueza ha pedido que se identifique a las agentes que actuaron aquella noche. Y no descarta hacer una rueda de reconocimiento para averiguar quién fue la policía que se dirigió a la joven francesa.