Aunque todavía es pronto para calcular la reducción de enfermos y vidas salvadas, los expertos sanitarios estiman que la nueva ley que prohibe el consumo de tabaco en lugares públicos cerrados duplicará en el 2011 los 200.000 españoles que cada año dejan de fumar. Las consultas para abandonarlo desde el 1 de enero han crecido entre un 10% y un 15%, según fuentes sanitarias y los cálculos de las sociedades de médicos de Familia (SemFYC) y de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). La acción más positiva, según apunta un portavoz de esta sociedad científica, será la reducción en más de un 30% de las recaídas en aquellos que intentan abandonar el hábito, ya que estas se producen tradicionalmente en locales de hostelería y en bodas, comuniones, cumpleaños y otras celebraciones.

El Ministerio de Sanidad y el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa a 40 sociedades del ámbito sanitario, cifran en unos cuatro millones los fumadores que actualmente están intentando dejarlo. "Pero en el mejor de los casos, siendo realistas, lo conseguirán este año un 10%, unos 400.000", calculó Rodrigo Córdoba, portavoz del CNPT.

BUENOS PROPOSITOS Carlos Jiménez, directivo de la Separ, y responsable de la Unidad de Tabaquismo de la Comunidad de Madrid, estimó que la petición de consultas desde del 1 de enero ha crecido en torno a un 12%, "pero no un 30 o 40% como hubiera sido deseable". "Por aquello de los buenos propósitos y coincidiendo con el inicio del año y la vuelta del veraneo" --explicó-- "hay un pico de mayor demanda que pide ayuda para dejar de fumar en enero y febrero, y otro en septiembre y octubre".

El neumólogo, que dirige desde 1987 la unidad madrileña, pionera en el sistema público español de salud, advirtió de que el porcentaje de quienes logran dejarlo no llega "lamentablemente al 15%", ya que para considerar a alguien exfumador debe permanecer un mínimo de 6 meses sin haber encendido "ni un solo cigarrillo".

Ni al Ministerio de Sanidad ni a los especialistas en tabaquismo les ha sorprendido la caída de las ventas de cigarrillos en un 32,6% en enero registrada por el Ministerio de Hacienda. Calculan que la prohibición de fumar en la hostelería solo rebaja en un 4% las ventas. El resto sería atribuible en un 11% a la crisis económica y en otro 5% a la subida de impuestos el pasado noviembre en un 12%. El departamento que dirige Elena Salgado ha detectado un desplazamiento del consumo hacia el tabaco para liar o para pipa.

El tabaco es ahora más caro que en Portugal y el precio de cada cajetilla es ya solo de un euro menos que en Francia. Hace tres meses la diferencia era de dos.