De una u otra forma, el amor está presente siempre en cada obra de José Saramago, pero el escritor portugués, que ayer presentó su nueva novela,"El hombre duplicado , dice que él no escribe "por amor, sino por desasosiego; escribo porque no me gusta el mundo donde estoy viviendo".

"Los escritores viven de alguna manera de la infelicidad del mundo, y si llegásemos a la felicidad colectiva, a la armonía universal, se acabó, no habría más que escribir", decía Saramago ante decenas de periodistas en la presentación de este título editado por Alfaguara con una tirada de 160.000 ejemplares. En El hombre duplicado el autor reflexiona sobre los problemas que plantea la identidad y se adentra en las esencias y contradicciones de la condición humana.

UN HOMBRE NORMAL

Tertuliano Máximo Afonso, el protagonista de la novela, es un hombre normal que "tiene tanto de valiente como de cobarde, no es un héroe de esos invencibles del cine, pero tampoco es un miedica". Es profesor de Historia en un instituto.

El creador de Tertuliano decía ayer que, en sus novelas, "no hay personas malas. Yo odio la maldad; hay tanta maldad en el mundo que no tengo por qué abrir las puertas de mis novelas para dejarla entrar". Ese ser corriente que protagoniza la novela comprueba un día, mientras veía una película de vídeo, que uno de los actores secundarios que participa en ella es idéntico a él, y se ve envuelto en el "extrañísimo, asombroso y nunca antes visto caso del hombre duplicado, lo inimaginable convertido en realidad".