La fe y la emoción envolverán una vez más la mágica noche del 7 de diciembre que los torrejoncillanos vivirán con la fiesta de la Encamisá en honor a la Virgen de la Inmaculada. Entre 10.000 y 12.000 personas, según el alcalde, Moisés Leví, se prevé que sean testigos de uno de los momentos más grandes con la salida del estandarte del interior de la iglesia san Andrés Apóstol. Un evento que estará respaldado por 250 jinetes y 220 escopeteros, dos pilares fundamentales de esta fiesta. Precisamente, ayer, se dio a conocer el programa de fiestas organizado por el ayuntamiento en colaboración con la Asociación de Paladines. Una de las primeras protagonistas será María José Vergel que ha sido elegida por la asociación para leer el pregón mañana sábado. "He redactado un escrito desde el corazón en el que reflejo y plasmo ese sentimiento con el que vivo la Encamisá para que vecinos y foráneos tengan conciencia de lo que esta fiesta supone para mí", manifestaba ayer. Así también, agradeció a Los Paladines que le hayan dado esta gran oportunidad. "Para mí es un honor y un orgullo dar el pregón en esta semana que es la más especial del año", confesó.

Estos días, muchos serán los sentimientos que se entremezclarán en los corazones de los torrejocillanos, y muchos también los rostros y nombres propios que pasarán a la historia por ser partícipes directos de unas fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional. Ese es el caso de Conrada Moreno, que servirá a la Virgen de La Inmaculada ejerciendo de mayordoma por promesa tras un accidente de tráfico que sufrió hace varios años. Una responsabilidad que vivirá con un sentir muy profundo y para la que trabaja desde hace tiempo en los preparativos. Entre éstos, la parte dulce de la fiesta, ya que agasajará al público con 105 kilos de coquillos, 24 kilos de cañas, así también con cientos de rosetas y otras tantos de roscas. Sin embargo, el privilegio de recibir en sus manos el estandarte con la imagen de la Virgen para después llevarlo en procesión por las calles y plazas del pueblo lo ha tenido que delegar en su hermano Arsenio dado que la tradición marca que solo los hombres pueden recoger y llevar el estandarte. "Es una costumbre muy arraigada ya en el pueblo" manifestaba ayer.

Otro pilar fundamental de la fiesta lo sostenta la Asociación de Paladines, cuyo presidente, Antonio Testón, animó al público a asistir a uno de los momentos "más grandes" dijo, como es la salida del estandarte. Testón destacó el gran sentimiento de devoción de esta fiesta para la que la asociación trabaja desde 1973. En ese año, el colectivo se fundó en pro de la Encamisá ante la falta de mayordomos. Ahora "hay una lista de gente que desea cumplir su sueño de ser mayordomo", añadió.