Seis toros de Guardiola, desiguales en tamaño, y con trapio se lidiaron ayer en la corrida de rejones celebrada en Valencia de Alcántara con motivo de la festividad de san Isidro (en la que desfilaron 67 carrozas y participaron cientos de personas), y en la que saltaron al coso Leonardo Hernández, que en su primero, pitado en la lidia, no logró lucirse. Silencio. En el segundo, lo hizo bien pero falló con el rejón de muerte. Escucho protestas.

El portugués Rui Fernandes se las vio en su primero con una res floja, pero con arrojo hizo lo posible por agradar, aunque mató mal. En su segundo puso arte, lidió bien y mató mejor, por lo que se llevó la única oreja de la tarde.

Al final, Alvaro Montes ofreció un toreo alegre en su primero astado, luciéndose con las banderillas, pero no acertó en el último tercio. En el segundo, dio la vuelta al ruedo tras una buena lidia.